Ayer se cumplió un mes desde que a don Dagoberto Rojas se le perdiera la pista. El calameño de 81 años fue visto por última vez la tarde del viernes 22 de abril, cuando tomó su bicicleta y salió, aparentemente, a comprar una colación.
Los últimos que lo vieron fueron los guardias de una división minera ubicada a 10 kilómetros de Calama, en plena pampa. El anciano, visiblemente desorbitado, preguntaba cómo llegaba hasta la calle Vivar. Pese a que se le retuvo un momento y que se llamó a Carabineros para que fuesen por don Dagoberto, el tiempo de llegada se prolongó y finalmente los guardias lo dejaron ir. Desde ese momentos hasta ahora, nunca más se tuvo noticias de el.
Búsqueda
Desde el día mismo de su desaparición, su familia inició una frenética búsqueda. Se puso la denuncia en Carabineros por presunta desgracia, activándose diversos protocolos de rastreo en el área. Este sábado, tres de sus hijos llegaron hasta Chiu Chiu a pegar carteles.
Al respecto su hija, Elvira Rojas, nos cuenta cómo han llevado este doloroso proceso de incertidumbre en la búsqueda de su padre.
“Al principio fue muy traumante, muy doloroso, muy angustiante el no saber dónde mi papito estaba, luego de que nos enteramos que había sido visto en DMH (División Ministro Hales).Para mí fue terrible. Yo lo único que hacía era llorar. Yo estaba trabajando, tenía que cumplir, pero en mi cabeza estaba todo el tema de mi papá. Pero cuando la gente empezó a compartir, y así se fue masificando la búsqueda, luego se agregó BRAC, que fue una ayuda tremenda para nosotros“.
Asimismo, su hija agrega que “tengo mucha fe de que Dios responderá a nuestras oraciones, porque, en primer lugar, son las oraciones: del colegio de mi hija, que va en el Ejército de Salvación, de muchas personas que me han llamado. La iglesia Ejército de Salvación está orando por mi papá. Eso es lo principal, que yo le doy gracias a las oraciones, porque la oración del justo puede mucho, dice su palabra. Y así pues, se fue adhiriendo tanta gente y no nos tan sentíamos solos en esta búsqueda”.
También destaca al sargento segundo Moisés Rubilar, quien junto con BRAC ha participando activamente de la búsqueda, manteniendo a la vez a los hermanos informado de todos los pormenores.
Lamentablemente, hasta este momento aún no han aparecido pistas de don Dagoberto. Ni siquiera alguna prenda, su bicicleta o siquiera algún documento en medio de la pampa. Todo lo que se tiene de él son sus últimas imágenes, en la cual se ve cómo entra a esta faena minera, a 10 kilómetros de Calama, preguntando cómo llegar a la calle Vivar.